El ejercicio al aire libre es especialmente bueno por varias razones. Las diferencias de temperatura y el viento estimulan el sistema inmunitario. 

La luz del sol tiene un efecto positivo sobre el equilibrio hormonal y la vida emocional. La luz del día en sí misma también evita posibles bajones de ánimo, especialmente en los meses más fríos.

También reduce los niveles de estrés cuando se pasa tiempo en la naturaleza.

Incluso una caminata rápida puede suponer una gran diferencia

Practicar regularmente el senderismo, el ciclismo o el footing fortalece el sistema cardiovascular y hace que el cuerpo sea más resistente a las enfermedades. Una combinación de entrenamiento de resistencia y fuerza, aire fresco y luz del día puede obrar "verdaderos milagros". Una caminata rápida también forma parte de esto.

Así que coge tu mochila PAKAMA y sal al aire libre.

Pero es importante recordar que cuando hace más frío, no hay que exagerar con el entrenamiento al aire libre y mantener una carga de trabajo moderada. Si la temperatura es extremadamente baja, es mejor trasladar el entrenamiento a la sala de estar. Esto puede aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias.