¡Cómo la deshidratación puede afectar a tu rendimiento!

¡Cómo la deshidratación puede afectar a tu rendimiento!

¿También tienes tu botella de agua en tu escritorio pero a menudo te olvidas de beber de ella? No estás solo. Muchos tienden a centrarse en la nutrición cuando se esfuerzan por alcanzar el máximo rendimiento en el gimnasio o en el trabajo. Pero la hidratación es igual de importante.

Nuestro cuerpo está compuesto por un 60% de agua. Así que si el equilibrio no es el adecuado, puede afectar a nuestra toma de decisiones, a nuestro estado de ánimo y a nuestro rendimiento general.

El agua ayuda a regular la temperatura del cuerpo, a proporcionar nutrientes a los órganos vitales y a mantenerlos en óptimo funcionamiento. La hidratación también afecta al estado de ánimo, al pensamiento y a la calidad del sueño. Un exceso de líquido puede provocar una disminución del rendimiento cognitivo o dolores de cabeza.

Si su balance hídrico no está en equilibrio, su volumen sanguíneo disminuirá. Esto hace que el corazón tenga que esforzarse más para mantener la presión arterial y el flujo sanguíneo a los órganos vitales.

La hidratación también es clave para un rendimiento óptimo durante el ejercicio. Es importante mantener el equilibrio hídrico cuando se está sudando con la mochila. Por lo tanto, es de suma importancia que se mantenga hidratado durante y después del ejercicio. Los atletas necesitan consumir entre el 125 y el 150% de la pérdida de líquidos después del ejercicio.

Tanto para los deportistas como para los que no lo son, es importante beber mucho a lo largo del día. Pero, ¿cuánto es en realidad?

Ocho vasos de agua al día parece ser la recomendación generalmente aceptada. Sin embargo, este valor es sólo orientativo. Sus necesidades de líquidos dependen de varios factores, como la edad, la talla, el nivel de actividad y la temperatura ambiente.

La sed, por cierto, no es un buen indicador del momento adecuado para hidratarse. Su respuesta a la sed sólo se desencadena con una deshidratación del 2%. El hipotálamo indica a la hipófisis posterior que conserve las reservas de líquido. Así que debes intentar beber algo antes de tener sed.

Un plan que muestre cuánto quieres beber y para cuándo puede ayudar. Recuerda siempre que una botella de agua llena en tu escritorio es sólo la mitad de la batalla. Así que ¡salud!

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¿También tienes tu botella de agua en tu escritorio pero a menudo te olvidas de beber de ella? No estás solo. Muchos tienden a centrarse en la nutrición cuando se esfuerzan por alcanzar el máximo rendimiento en el gimnasio o en el trabajo. Pero la hidratación es igual de importante.

Nuestro cuerpo está compuesto por un 60% de agua. Por tanto, si el equilibrio no es el adecuado, puede afectar a nuestra toma de decisiones, a nuestro estado de ánimo y a nuestro rendimiento general.

El agua ayuda a regular la temperatura del cuerpo, a proporcionar nutrientes a los órganos vitales y a mantenerlos en óptimo funcionamiento. La hidratación también afecta al estado de ánimo, al pensamiento y a la calidad del sueño. Un exceso de líquido puede provocar una disminución del rendimiento cognitivo o dolores de cabeza.

Si su nivel de hidratación no está equilibrado, su volumen sanguíneo disminuirá. Esto hace que el corazón tenga que esforzarse más para mantener la presión arterial y el flujo sanguíneo a los órganos vitales.

La hidratación también es clave para un rendimiento óptimo durante el ejercicio. Es importante mantener el equilibrio hídrico cuando se está sudando con la mochila. Por lo tanto, es muy importante que se mantenga hidratado durante y después del ejercicio. Los atletas necesitan consumir entre el 125 y el 150 por ciento de la pérdida de líquidos después del ejercicio.

Tanto para los deportistas como para los que no lo son, es importante beber mucho a lo largo del día. Pero, ¿cuánto es en realidad?

Ocho vasos de agua al día parece ser la recomendación generalmente aceptada. Sin embargo, este valor es sólo orientativo. Porque sus necesidades de líquidos dependen de varios factores, como la edad, la talla, el nivel de actividad y la temperatura ambiente.

Por cierto, la sed no es un buen indicador del momento adecuado para beber líquidos. Su respuesta a la sed sólo se activa cuando está un 2 por ciento deshidratado. El hipotálamo indica a la hipófisis posterior que conserve las reservas de líquido. Debes intentar beber algo incluso antes de tener sed.

Un plan que le indique cuánto quiere beber y cuándo puede ayudarle. Recuerda siempre que tener una botella de agua llena en tu escritorio es sólo la mitad de la batalla. Así que, ¡salud!

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