Tal vez conozcas el llamado calentamiento y enfriamiento de nuestra aplicación y hayas pensado, ¿cuándo va a empezar el entrenamiento real? Si eres una persona que pone más énfasis en el entrenamiento propiamente dicho y no te gusta calentar antes del entrenamiento, y mucho menos enfriar después del mismo, entonces puede que te lo replantees después de este post.
El calentamiento prepara al cuerpo para el siguiente entrenamiento. El calentamiento aumenta la temperatura corporal y el flujo sanguíneo a los músculos. Esto le permite rendir mejor durante su entrenamiento. Y lo que es más importante, también reduce el riesgo de lesiones.
El calentamiento reduce el riesgo de desgarrar un músculo o algo similar durante un movimiento. Puedes pensar en los músculos como si fueran bandas elásticas. Cuando están calientes, se pueden estirar sin problemas. Sin embargo, cuando están fríos, tienden a desgarrarse cuando se estiran.
Por eso debes empezar a mover tu cuerpo lentamente antes de entrenar. Por ejemplo, saltar la cuerda o hacer saltos de tijera son buenas formas de hacerlo. Si entrenas con pesos pesados, es una buena idea hacer algunos ejercicios de calentamiento con pesos ligeros.
Tan importante como el calentamiento es el enfriamiento después del entrenamiento. Aunque probablemente no te apetezca hacer una sesión extra después de un entrenamiento extenuante, seguiría siendo importante. Si no se enfría, la sangre puede acumularse en los músculos y mantener la presión arterial alta. Incluso una breve sesión de enfriamiento puede contrarrestar esto y promover la recuperación. Por ejemplo, si has estado trotando, es una buena idea trotar con soltura después de la sesión y luego hacer un poco de estiramiento. Espero que te haya quedado claro lo importante que son el calentamiento y el enfriamiento y que no los dejes de lado en el futuro.
