¡Tiempo de cosecha! No siempre tienen que ser superalimentos exóticos: aquí te explicamos cómo puedes disfrutar de las frutas y verduras de la región y perder peso al mismo tiempo.
La calabaza, los membrillos, los canónigos y compañía son verdaderos adelgazantes y convencen con muchas vitaminas, minerales y fibra.
1. Manzanas
Las manzanas están en temporada alta a partir de septiembre y, con sus 97 kilocalorías por cada 100 gramos, son el tentempié perfecto para entre horas. Proporciona una sensación de saciedad duradera y evita los antojos.
Las manzanas también contienen mucha vitamina C y potasio, por lo que refuerzan las defensas del organismo, una propiedad especialmente importante en otoño, cuando circulan las primeras oleadas de resfriados.
2. Las uvas
Para los más golosos: las uvas satisfacen el antojo de algo dulce. También nos proporcionan importantes vitaminas y minerales.
Son especialmente ricos en vitamina B6, que el organismo necesita para el metabolismo de las proteínas, y en ácido fólico, importante para la formación de la sangre, entre otras cosas.
Además, las uvas contienen vitaminas C y E. Minerales como el potasio y el magnesio son importantes para las funciones musculares y nerviosas. Las numerosas fibras alimentarias también garantizan una sensación de saciedad rápida.
A pesar de su alto contenido en azúcar, las uvas, que están compuestas por un 81% de agua, no son especialmente ricas en calorías, con una media de 67 kilocalorías por cada 100 gramos.
Prácticamente no tienen grasa y no engordan a pesar de su contenido relativamente alto en hidratos de carbono.
3. membrillos
Los membrillos vuelven a ser un gran tema en la actualidad. No es de extrañar, después de todo, la fruta de pepita es extremadamente saludable. Se distingue entre el membrillo de manzana ácida y el membrillo de pera, más suave.
Ambos son ricos en minerales y vitaminas: Los membrillos son especialmente ricos en pectinas, que regulan el nivel de azúcar en sangre y favorecen la digestión. Por ello, los membrillos también pueden utilizarse como remedio casero para las infecciones gastrointestinales.
Además, la fruta tiene una gran cantidad de potasio, ácido fólico, vitamina C y zinc.
Los membrillos, que están en temporada de septiembre a noviembre, no pueden comerse crudos. Se cocinan y se preparan como membrillo, por ejemplo.
4. remolacha
La remolacha roja es el adelgazante ideal: con sólo 41 kilocalorías por cada 100 gramos, esta hortaliza de otoño e invierno es perfecta para perder peso.
Además, el tubérculo es muy saludable por sus numerosas fibras, proteínas, vitamina C y potasio. También están dotados de yodo, magnesio, sodio, fósforo y grandes cantidades de hierro.
Pero eso no es todo: también contienen betaína, que reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.
Calabaza
Además, las calabazas están compuestas por un 90 por ciento de agua y, por tanto, tienen pocas calorías: Sólo contienen unas 25 calorías por cada cien gramos.
Contienen una gran cantidad de betacaroteno, a partir del cual se forma la vitamina A. Esto es importante para nuestra vista. El betacaroteno también protege nuestras células del envejecimiento de la piel y del desarrollo del cáncer.
Las fibras alimentarias saciantes y el efecto reductor de la pulpa de calabaza sobre los niveles de azúcar en sangre también ayudan a perder peso.
6. canónigos
Los canónigos están en temporada en otoño e invierno, no le importa el frío. La principal época de cosecha en Alemania es entre octubre y diciembre.
Se considera una de las ensaladas más saludables y es especialmente rica en provitamina A, como el betacaroteno, la vitamina C y el ácido fólico. Además, el contenido de hierro de los canónigos es mayor que el de otras lechugas.
Los aceites esenciales proporcionan su interesante sabor y se dice que el aceite de valeriana que contienen los canónigos, en particular, fortalece las venas débiles.